5 de abril de 2013

Cloud Atlas y Anna Karenina: Las grandes ignoradas por los Oscars 2013

 What is an ocean, but a multitude of drops? 

Hace ya unos meses tuve la oportunidad de ver "Anna Karenina" en París, mucho antes de que saliera en España, donde ahora mismo la tenéis en cartelera. La vi en versión original, una delicia para los oídos. Llegué al cine pensando en "Orgullo y Prejuicio" y "Expiación", y la verdad es que durante los primeros minutos dadas mis expectativas, me sentí un poco fuera de lugar, porque "Anna Karenina" da un paso más, un paso gigante. En esta película, el arte cobra vida. Y exactamente lo mismo podría decirse de "Cloud Atlas". Ambas son puro arte. Y ambas han sido ignoradas por los Oscars. Esta última la vi recientemente, y la verdad es que no me sentía muy inclinada a verla: ¿por qué no había oído hablar de ella? ¿Cómo podía ser que, contando con actores tan famosos, ni siquiera la hubiese oído mencionar durante los Oscars? Solo la conocía porque la había visto en algún cartel del metro. Pero ví el trailer, y me intrigó tanto que no pude evitar ir al cine.

 Es curioso que la lección que parecemos haber comprendido ya en otros campos del arte, como en la pintura o la escultura, no la hayamos aprendido aún en el cine, y parece que tampoco en la literatura. La frase "a poem should not mean, but be" podría ser trasladada a todas las artes, y se aplica más que nunca a estas dos películas. El arte no debe significar, sino ser. Una película, no tiene por qué ser únicamente un relato contado visualmente. Una película debe existir por sí misma, debe ser creación, novedad, y debe tener alma. Para mí, aquellos a quien no les gustaron ninguna de las dos películas (suelen ser los mismos) son aquellos que no se emocionan delante de un cuadro impresionista, los que dicen "esto lo podría pintar mi hijo", los que vienen a París por tercera vez, y por tercera vez suben a la Torre Eiffel, pagando 10euros y una cola de 3/4 horas o se pegan codazos hasta hacerse un hueco ante la Mona Lisa, se hacen una foto, y salen corriendo de nuevo, pero que sienten picor si les dices que "pierdan" la mañana entrando a Orsay o Pompidou.
 El arte no le debe nada a nadie. El arte no tiene por qué dar explicaciones. Es como es.
Yo soy profundamente partidaria de ambas posturas, la verdad. Creo que ambas tienen valor y por lo general deben coexistir en la misma obra, buscando siempre el equilibrio adecuado. Pero por desgracia, en cuanto se nos pone una película delante que significa poco y ES mucho, nos acobardamos y salimos del cine sin haber comprendido nada. El espectador medio es vago, va al cine porque asume que es más cómodo que leer un libro o entrar a un museo. Algo parecido pasa con la música: ambos son artes en las cuales el receptor tiene un papel más ligero que el de, por ejemplo, un lector. Y por desgracia eso está provocando que ambas artes se degraden constantemente. No me voy a meter en la música, porque eso merece otro blog aparte. Pero cine... mis esperanzas van muriendo poco a poco al comprobar lo que ha pasado con estas dos películas.
 Por favor, ¡vedlas! La luz, el color, la música... la estética en ambas es mágica. Sobre todo en "Anna Karenina". El relato ya lo conocemos, o al menos casi todos sabemos algo sobre la obra y principalmente su final. No nos está contando nada nuevo, y es que lo importante no es lo que nos cuenta, sino cómo nos lo cuenta. Es una maravilla.
 "Cloud Atlas", sin embargo, sí que nos está contando algo, más o menos nuevo dependiendo de la historia (durante la película se entremezclan seis historias diferentes en las cuales aparecen prácticamente los mismos actores, haciendo personajes diferentes pero que parecen, en algunos casos, tener mucho que ver entre sí). Pero del mismo modo, lo que nos cuenta queda relegado a un segundo lugar debido a cómo nos lo cuenta. No quiero decir nada sobre esta película. Yo no tenía ni idea de lo que iba a pasar, ni la tuve durante las primeras dos horas, pero salí del cine con una sonrisa de oreja a oreja y con un sentimiento de optimismo y esperanza como pocas veces antes había sentido. Solo os diré que hacía mucho tiempo que no veía NADA igual, y que es una maravilla ver que aún queda gente viva haciendo arte de verdad, y no copiando lo que otros han hecho ya cientos de veces. La pena es que el espectador no haya sabido responder, no haya estado a la altura de lo que se le ofrecía. Qué triste, de verdad.

 Pese a todo, de ningún modo estoy menospreciando lo que ha aparecido por los Oscars este año. Soy una fanática amante de "Les Misérables". Me basta escuchar 10 segundos de cualquiera de las canciones de la obra para ponerme a temblar. Y "Argo" realmente me encantó. Las demás no las he visto, aunque estoy deseando ver "La vida de Pi".

 Pero las dos películas de las que hablo merecían algo más de atención, creo yo. Si no se las da la Academia, al menos se la podemos dar nosotros. Quizá con el tiempo reciban la posición que merecen, sobre todo "Cloud Atlas". Al fin y al cabo, siempre acaba ocurriendo lo mismo con el arte.

Pd. Atención al momento videoclip de "Fun." durante la historia del compositor. Qué maravilla. Qué belleza.