Y es
que, como ya dijo Nietszche, “tenemos arte, y nada más que arte, para no morir
a fuerza de verdad”.
La
realidad cada día duele más. ¿Por qué Peyton? Peyton Sawyer es un personaje de
una serie de televisión americana para adolescentes... sí, se cómo suena. One
Tree Hill, se llama, floja para adultos, y muy fresita para la mayoría de los
chicos, pero ojalá hubiera conseguido en España los mismos datos de audiencia que Gran Hermano, (así somos nosotros, tan cultos) Pues esta serie
despertó en mi muchas cosas, y quizá la más importante lo hizo esa frase con la
que inauguro mi blog, que Lucas, el protagonista, le dice a Peyton después de
que esta tirase sus dibujos a la basura y le expresase a él su incertidumbre de
adolescente y su poca esperanza en la vida y la sociedad. Yo hace relativamente
poco que cerré esa época de mi vida- la adolescencia-, aunque en cierto modo
sigo pensando como lo hacía entonces, sigo teniendo los mismos miedos, la misma
incertidumbre. Quizá me termine curando de esta enfermedad llamada juventud y
me contagie de una aún peor, la de convertirme en una adulta, o para quien no
lo entienda, la de entrar en el ciclo de la sociedad y acabar preocupándome únicamente por mi sueldo, por si mis hijos sacan buenas notas o no o por si
sube la hipoteca de mi casa.
De
momento y por suerte eso no ha pasado. Mi inestabilidad emocional y mi creencia
en que sí se puede cambiar el mundo lo impiden (a no ser que los gobiernos nos
cierren Internet, entonces ahí si que estaríamos jo*#dos) Pero de momento, todos podemos poner nuestro granito de arena: solo hacen falta 140 caracteres para darles el
empujoncito final. El sistema que rige nuestro mundo está caducado, y aunque
algunos luchen por dar un paso atrás, la naturaleza tira de nosotros en una
dirección, que no puede ser otra que la evolución. Así que aunque a algunos les
duela, ¡vamos gente! Ya estamos más cerca.
Mientras
sucede, yo voy a dedicarme a la nada desdeñable tarea de escribir mi opinión
sobre temas diversos, y si se me permite, a compartir mi propio arte.
Me
despido (de momento) diciéndoos que este blog crecerá (o eso espero) pero que
siempre será absolutamente ingenuo y personal. No dejéis que nadie os diga en
qué creer, yo no lo hago.